Panorama
“O sea, mami, que tengo la porcina”
La madre de una niña contagiada narra su día a día.
“Ha sido muy obediente con las indicaciones”, reveló.
“Mi mamá me está dando las medicinas. Me siento bien”.
Desde su total aislamiento y siguiendo las recomendaciones de las autoridades de salud, la madre de una de las niñas contagiadas con el virus A H1N1 contó a este diario cómo sobrelleva el tratamiento junto a su esposo y en qué estado se encuentran. “Debo decirlo, porque hay que ser justos, que me ha conmovido la eficiencia del sistema sanitario aquí.
Tanto los médicos del Coromoto, como la doctora María Moreno (secretaria de Salud), nos llaman todos los días para saber cómo estamos. El aislamiento no es algo fácil, pero sentimos el apoyo de las autoridades. Nos visitan, nos llaman y nos suministraron los medicamentos totalmente gratuitos.
Mi esposo se sorprendió cuando dieron el diagnóstico de la niña y se dio cuenta que yo tenía razón.
Ahora estamos preocupados por la primita de mi hija que vive en Estados Unidos, porque ésta es la fecha en que no le han tomado muestras para detectarle el virus, mucho menos le han regalado medicamentos, y eso que tiene los mismos síntomas de mi hija, con razón se ha muerto tanta gente.
Mi consejo para todas las personas, y especialmente para las madres, es que le hagan caso a su sexto sentido. No esperen que las cosas empeoren para tomar medidas”, reveló vía telefónica. De los 71 casos del país, 25 fueron dados de alta.
Texto: Maidolis Ramones. Panorama
“Me llamaron para decirme que mi hija era uno de los casos confirmados en el Zulia del virus de gripe nuevo que anda por el mundo. Mi intuición de madre no había fallado”, relató a PANORAMA, Carolina, madre de una paciente de 9 años, que fue diagnosticada con la gripe A H1N1 en el estado.
Como parte de la prudencia que piden las autoridades en este tipo de casos, no se revelará la dirección ni el nombre verdadero de la fuente, quien se encuentra, junto a su esposo e hija cumpliendo con el protocolo domiciliario que exige el Ministerio del Poder Popular para la Salud y Protección Social.
“La niña se fue con mi esposo a pasar unos días en Estados Unidos, donde tenemos familia, el 30 de mayo, justo cuando estaba comenzando la presencia del virus aquí. Le comencé a hacer una secuencia al asunto y me dio angustia porque sé que Estados Unidos es uno de los países más afectados y mi hija está en esa etapa en que no quiere comer.
Ellos se llegaron el sábado 13 de junio y me preocupé cuando mi esposo me llamó para decirme que Sofía tenía gripe. Yo le dije que estuviera pendiente porque había un virus fuerte en el mundo, pero él me dijo que no me preocupara, que seguro se había resfriado cuando se bañó con una primita en Orlando, pues la otra niña también estaba enferma. No me convencí mucho por ese sexto sentido que tenemos todas las madres: 'Pónganse tapabocas cuando vengan en el avión', sugerí.
Ellos tomaron las previsiones, pero ya la niña había presentado tos el viernes, quiere decir que cuando se montó en el avión ya tenía el virus.
Al llegar le mostré a mi esposo toda la información que había salido en los medios de Venezuela sobre la gripe. Él me dijo: 'Con razón estás tan nerviosa, si aquí lo que tienen es un bombardeo de noticias con eso, allá en Estados Unidos no dicen nada, esa son exageraciones'.
Sofía pasó el día domingo bien, pero el lunes volvió a tener tos y yo no la mandé a la escuela, ni yo fui a la universidad, sino que me la llevé para el Hospital Coromoto, en Maracaibo, para que le hicieran el estudio. Le tomaron la muestra y nos dieron una caja de tamiflú. Los médicos hicieron un cerco sanitario y llenamos un formulario en el que se recorrió paso a paso los sitios donde estuvimos. Llamaron a los familiares con los que tuvimos contacto y nos dijeron que iniciáramos el aislamiento hasta que dieran los resultados.
El jueves me llamaron para decirme que el caso era positivo. Mi hija tiene el virus de la gripe A. Debo decirlo, porque hay que ser justos, que me ha conmovido la eficiencia del sistema sanitario aquí. Tanto los médicos del hospital como la doctora María Moreno (secretaria de Salud) nos llaman todos los días para saber cómo estamos. El aislamiento no es algo fácil, pero sentimos el apoyo de las autoridades. Nos visitan, nos llaman y nos suministraron los medicamentos totalmente gratuitos.
Mi hija cuando supo lo que dijo fue: '¡O sea, mami, que tengo la porcina!”. Ella es como todos los niños de ahorita, muy pila. Sin embargo, después del diagnóstico noté que estaba triste. Yo le expliqué que no había de qué preocuparse, que se tomaron todas las previsiones del caso y que no le va a pasar nada malo.
Ha sido muy obediente con las indicaciones que han dado los médicos, no objeta nada. El tapabocas lo carga todo el tiempo y se encuentra en la segunda planta de nuestra casa, casi siempre esta viendo televisión o haciendo las tareas, porque se las mandan de la escuela. La directora del colegio también nos ha llamado mucho, está muy pendiente.
Podemos comer de todo, no nos han impedido nada. El tamiflú sólo lo toma la niña, eso si que no le gusta mucho, porque es amargo. Así que hace un show antes de tomárselo. Se lo tengo que dar cada 12 horas y, en el caso de los niños, hay que disolverlo en agua. Yo le doy refresco después, para que se le quite el sabor. Ni mi esposo ni yo lo tomamos, porque no tenemos síntoma, pero los tres estamos aislados y, también los tres, usamos tapabocas.
Para comprar la comida, mi esposo sale a la calle, pero otro familiar se baja en los supermercado a hacer las compras, porque no puede andar en sitios de mucha concentración de gente. Casi nadie sabe nada, sólo la familia y los más allegados, pues no podemos aceptar visitas y tampoco visitar a nadie.
Estuve viendo lo que pasó en San Cristóbal con los casos positivos de allá y no estoy de acuerdo con la discriminación que hicieron los vecinos, creo que eso es falta de información, uno tiene que dar apoyo en estos casos.
Mi esposo se sorprendió cuando dieron el diagnóstico de la niña y se dio cuenta que yo tenía razón. Ahora estamos preocupados por la primita de mi hija que vive en Estados Unidos, porque esta es la fecha en que no le han tomado muestras para detectarle el virus, mucho menos le han regalado medicamentos, y eso que tiene los mismos síntomas de mi hija Con razón se ha muerto tanta gente.
Estoy convencida de que las complicaciones que han habido de la gripe se deben a la negligencia de las autoridades. Si mi esposo no hubiese llegado a Venezuela, ni siquiera supiera que andaba una nueva cepa de la influenza suelta.
Lo único que puedo decir, con mi experiencia, es que estoy muy agradecida de los médicos que nos han atendido. Mi consejo para todas las personas, y especialmente para las madres, es que le hagan caso a su sexto sentido. No esperen que las cosas empeoren para tomar medidas”, aseguró Carolina, convencida de que con prevención, la influenza no representará una amenaza muy grande para Venezuela.
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