En Venezuela ya se reportan 60 fallecidos y 1.183 personas contagiadas
EL UNIVERSAL
Giuliana Chiappe
Las vacaciones no amortiguaron al virus AH1N1. Al contrario: en la última semana, cuando aún las aulas están vacías, el Distrito Capital registró un incremento de 31,35% en los casos de personas contagiadas. A escala nacional, el aumento fue de 16,08%.
Según el Ministerio de Salud, la nueva influenza ha causado 60 fallecidos y 1.183 enfermos, con algunos brotes importantes del virus, como el acontecido en Fuerte Tiuna, donde se han reportado 50 personas enfermas, por lo que el recinto militar ha debido restringir las visitas.
A partir de mañana, un nuevo factor de riesgo puede impulsar la propagación de este peligroso virus pandémico.
Se trata del inicio de clases, que eleva las concentraciones de niños y jóvenes que suelen ser, según los ha catalogado la Organización Mundial de la Salud, los mayores transmisores y receptores de la influenza. La recomendación es extremar las medidas de prevención e higiene en todos los centros educativos.
En Venezuela, las autoridades gubernamentales de salud y ante la inminencia del inicio de clases, que se combina con las lluvias, no han ofrecido un protocolo actualizado para los centros educativos.
Sin embargo, los ministerios de otros países sí se han ocupado de difundir nuevas guías para mitigar el impacto del virus AH1N1 en la población infantil y adolescente.
Entre las nuevas recomendaciones para guarderías, colegios e incluso universidades, se encuentra la necesidad de desinfectar dos veces al día, con jabón y detergente de uso común, algunas partes de las escuelas susceptibles de portar virus en sus superficies, como lo son mesas, sillas, picaportes, interruptores de luz, material escolar y didáctico, teclados y ratones de las computadoras, pupitres y baños. Todas las aulas deben airearse a diario y debe ampliarse, en lo posible, el espacio entre los pupitres o mesas donde se sientan los niños y evitar el intercambio de útiles escolares e incluso, suspender la existencia de material de uso común, como colores colocados en un solo recipiente para varios niños o marcadores de pizarra que usen varios a la vez.
Otra recomendación es evitar el uso de alfombras o tapetes en zonas muy concurridas como aulas compartidas, auditorios y cantinas.
A los padres y maestros se les recomienda insistir en inculcar, constantemente, aquellas medidas de higiene y prevención contra la influenza que, aunque ya se han dicho, deben ser recalcadas. La principal es lavarse las manos con frecuencia y por un lapso de entre 20 segundos y un minuto. En el caso de los estudiantes más pequeños, son los maestros quienes deben acompañarlos a lavarse las manos y difundir entre los padres la importancia de repetir este hábito en la casa. También debe difundirse entre todo el alumnado que eviten tocarse los ojos, la nariz y la boca y que, al toser o estornudar, usen siempre papel desechable para cubrirse, que luego debe ser tirado a la basura y, posteriormente, lavarse las manos.
Hace falta establecer otras medidas estratégicas para garantizar un menor impacto del virus si entra a algún colegio o guardería. Primero, los maestros deben mantener y reforzar turnos de vigilancia en los recreos, en las cafeterías, para detectar algún niño con síntomas de gripe y para garantizar que se cumplan las medidas de higiene como que los niños no compartan alimentos, bebidas ni cubiertos.
Es importante actualizar los datos de contacto con los padres para poder localizarlos en caso que un niño se enferme repentinamente y deba ser aislado y retirado de la escuela inmediatamente.
Hay que establecer, también, un sistema de información de los casos que se produzcan en el recinto escolar.
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